Hora: 10:30 PM, agarro el teclado para desahogarme.
Después de sentir muchos temblores estos ya van formando parte de lo cotidiano. Lo más difícil es lidiar con la desinformación ya que aquí la señal de radio y tv no es tan accesible y Sky no incluye Canal 7 por lo que uno va detrás de la jugada con Repretel.
Hace nos minutos cuerpos de socorro visitaron la casa en la que pernoctaré para dejar víveres. Les dije que no eran necesarios, que mejor lo llevaran a quien lo aproveche como corresponde (no soy damnificado). La representante insistió en que tenía que dejármelo. Ni modo. Le pregunté qué estaba pasando ya que escuché rumores de evacuaciones. Respondió que después del temblor de la mañana el caudal del Sarapiquí se ha reducido a un riachuelo y que se teme un bombazo de agua en cualquier momento, razón por la que evacuaron Cariblanco y Río Cuarto de Grecia (aquí cerquita). Le pregunté por el volcán y me evadió el tema. No se si es que no sabe o si es que sabe algo y mejor no me dice -Vea, si tenemos que evacuar San Miguel lo vamos a anunciar por altoparlante, no voy a decirle más porque no vamos a causar pánico- me dijo. Eso no me agrada ya que si se da un zafarrancho de agua no hay para donde jalar. Por encima de San Miguel hay dos lagos, uno de ellos es enorme. Espero que si me despierto mojado sea porque me oriné.
Hace pocos minutos una señora salió se fue de su casa con sus hijos y advertía a gritos que había que evacuar porque una avalancha se va a llevar San Miguel. Yo sé que es desproporcionado pero desde el otro lado del teclado (desde el epicentro) agrega más taco.
Aunque aquí están las autoridades están mejor informadas las personas que tienen acceso a los medios de comunicación privados, el contacto de los políticos con la comunidad es mínimo... aunque estemos pisando el mismo -movido- suelo.
Fuente: Ciencia Ficción con Julio Córdoba