jueves, 3 de noviembre de 2011

Costa Risa, cuando nos arrimamos a buen palo sin fijarnos.

-Esta opinión no se basa en razonamientos factuales de la campaña en general; sino más bien en una lectura política y comercial teórica de la producción.
No toma en cuenta nada más que lo visible y deconstruible en el corto difundido en redes y el comunicado de prensa de www.republicadecostarisa.com-

En los primeros quince segundos pensé: ¡Qué buen esfuerzo! pasados esos segundos me pregunté: ¿Quién paga esto? Creí que era la unión de las fuerzas ciudadanas que el Chamuko había profetizado el día anterior, nada más alejado de la realidad.

Esto es una invitación a leer entre líneas; a quitarle el velo tan pulido de producción audiovisual y juzgar esta pieza por su amplio contenido político -virtud o no de la realización-, muy a pesar de la avalancha pública de adhesiones que ha tenido esta campaña y del revuelo que ha tomado.

¿Cuánto cuesta? Tiene bailarines y actores, pirotecnia, arte, escenarios, personas de talla baja, malabaristas y demás recursos de las artes circenses; tiene también maquillaje, postproducción, composición digital, vestuario, props -el rótulo es hecho a mano- , posiblemente un Jib Arm, construcción sonora, música original, doblaje de voces, cantantes… ¿Qué más ocupa saber para entender que esto es muy caro? ¿Lo puede pagar un grupo de la sociedad civil? ¿Un grupo de ciudadanos? ¿Una asociación de desarrollo? Sólo por si es necesario decirlo, no pueden pagarlo.

Si esto está patrocinado por dinero de conglomerados empresariales es grave; es grave el daño institucional que se hace al imaginario de los costarricenses, de lo que nosotros mismos pensamos de este país. Decir que este país es una payasada de manera tan públicamente publicitaria es un daño increíble a la institucionalidad. Es distinto que lo diga yo, en lo privado y a título personal -o público en este blog- amparado en mi libre expresión, que al hecho de decirlo en ese tono desde la libre empresa y con una maquinaria de comunicación detrás, legitimando el mensaje mediante el uso del video, totalizando la imagen. Vamos, que un ciudadano civil no es lo mismo que una empresa o grupo de empresas; mis derechos como individuo están por encima… ¿o ya no?

Es el individuo y no la corporación la razón de ser del gobierno, por eso sería inmoral que los sectores empresariales griten como tales: Costa Risa; es una gravedad institucional que podría trasgredir la libertad de expresión -¿Tiene la empresa privada libertad de expresión como un costarricense con cédula?-. Este producto cosifica al país, lo rebaja a un centro de operaciones y recursos.

Si pienso -para que quede claro- que la empresa privada, extranjeras o pymes puedan pronunciarse cuando se les perjudica; eso es legítimo. Sin embargo es claro que debe hacerse de manera responsable, transparente y con argumentos, no con payasaditas ni trucos de campaña política.

Un país ficticio, dice Amelia Rueda en su sitio, un país ficticio dice el firmante del comunicado de prensa -que más que comunicado parece un cuento de Tata Mundo-; ¡Nada!, es claro que es Costa Rica. Hasta los remates del Escudo de la entrada al circo comparten diseños particulares de los remates con el Escudo Nacional. Con todo respeto, yo no soy un costarrisible y conozco muchos que no querrían serlo, no creo que nadie quiera serlo.

Escudo o rótulo de entrada al circo de Costa Rica

Mancillar la imagen del país, barrer el piso con el imaginario tico ¿Es una manera adecuada de protestar? Si recordamos el Corazón del No, luego copiado por el Si nos podemos dar cuenta de que las cruzadas más nacionales y realmente preocupadas por el bienestar nacional se basan en el respeto de esa idiosincrasia e imaginario costarricense, no en su negación; hasta los anuncios de Laura Chinchilla generaban empatía en este sentido.

Corazón del No, de la campaña contra el TLC

¿Quién o quiénes serán los corsarios que con este bodrio de comunicación están vandalizando nuestro imaginario? A ver… ¿No es grave perseguir intereses propios -colectivos o individuales- generando esta distorsión, esa percepción de nosotros mismos?

No estoy diciendo que las cosas sean perfectas en este país; a nivel individual ya he escuchado antes la expresión Costa Risa en sectores populares, no en profesionales de la comunicación; que un grupo de ciudadanos preocupados -desconocidos por cierto- use esto para apalancar los beneficios de ciertos sectores de manera tan poco transparente suena a deslealtad. ¿Se imagina usted a INTEL de Costa Rica diciendo esto abiertamente luego de tantas facilidades que se le otorgan? No, es un suicidio comercial y político; es más fácil tirar la piedra y esconder la mano.

Tiran la piedra esperando generar escollo popular. Muchos evocaron la figura de Pepe Figueres en las redes sociales debido a esta campaña; ¿Pepe Figueres hubiese avalado un uso similar de lo que Costa Rica ha de resemblar? No lo creo; eso no es patriota -tampoco se iba a dejar mangonear-.

Habla parcialmente de la corrupción, de los narcos, violencia y otros problemas que por más que quisiera dar el beneficio de la duda no logro relacionar con el Plan Fiscal; esto es incitantemente absurdo, esto busca claramente la empatía del pueblo para amasar una bola de nieve popular que cuestione, que se rebele -como sugiere el comunicado; esto es la viralidad per sé y ese es un objetivo fútil. Genera denuncia dijeron otros pero ¿Cuántas veces no se ha dicho esto ya? ¿Tienen que venir payasos a decirlo en un corto en youtube para que lo entendamos? Por supuesto, deja de lado la disparidad económica en que vivimos, no es conveniente para su tono. ¿Es esto una aplicación de creatividad fallida o la mano que mece la cuna?

El asunto aquí, es que por única vez un sector pudiente -el que financia la campaña- y el pueblo, tienen una meta en común: Parar el Plan Fiscal. Esto pues afecta a ambos lados. Si no fuese por este objetivo común; ¿Cree usted que alguien hubiese orquestado un esfuerzo de este calibre? Si los impuestos fueran a caer solamente a los hombros de los ciudadanos de a pie -como el PLN lo planeaba en un inicio- ¿Se hubiese gestado esta campaña?

Grafísmos de cierre en el corto

No quisiera especular sobre quién realmente patrocina esto -está claro que el pueblo no es- pero, en el mal habido caso de que se trate de intereses empresariales o peor aún foráneos, esto es casi lo mismo que la invasión de Isla Calero, es vulgar que nos importe más una ciénaga que el imaginario tico. Le ruego hacer un esfuerzo por notarlo de este modo y bajarse del carro del triunfo porque lo chiva o bien realizado no siempre es transparente, no siempre es bueno -recomiendo ver nuevamente la campaña de tele de Laura Chinchilla para corroborar que lo bonito no es necesariamente bueno -.

Se percibe un tono de comunicación que es fácilmente desenmascarable; el tono del comercial se denuncia solo como un esfuerzo atípico. No veo un grupo de ciudadanos pagando esto a menos que esos ciudadanos sean empresarios ligados a los sectores que se verían recientemente afectados por el Plan Fiscal y tengan solvencia económica.

Esta campaña solo llama al boicot del Plan Fiscal, pero no propone nada; es irresponsable a nivel político, suena casi anarquista: Paremos la payasada, ¿Y luego?
Puede ser que, efectivamente esto lo pague el pueblo de a pie -insisto en que no lo creo- y que esto solamente sea un desatino de comunicación, un tono desafortunado. Me tocará esperar a que se resuelvan los nublados del día; pienso que esta causa puede ser legítima si busca una verdadera cruzada de rescate nacional y no solo salvaguardar los intereses de grupos poderosos; lo siento pero no soy un costarrisible y tiendo a sospechar.

Fuente: Óscar Cruz.

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