ÁLVARO MURILLO alvaromurillo@nacion.com 11:16 A.M. 25/07/2011
Raquel Jiménez acabó diciéndolo con todas las letras: “Guanacaste debe ser para los guanacastecos, no para los extranjeros que llenaron nuestras tierras con enormes rótulos que dicen ‘prohibido el paso a particulares’”.
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De poco valió la presión que, según ella, recibió de parte de la Presidencia de la República para que, una vez subida en el atrio principal ayer, suavizara el discurso con que resultó este año campeona nacional de oratoria.
“Yo no iba a cambiarlo. Es lo que pienso y punto”, dijo la colegiala con los ojos aún enrojecidos por el llanto que la inundó tras tener que acabar su discurso presa de los nervios.
Tiene 13 años y cursa el 7.° año en el Liceo Rural de Belén de Nicoya. Es hija de Willy Jiménez, un finquero que siembra teca y, para más señas, es nieta del dueño de El Chirriche, el famoso toro de monta.
Ella no se dejó, a pesar de varias llamadas telefónicas hechas de San José, contó el director del colegio, Rodolfo Orozco, regidor nicoyano por el PLN.
Raquel necesitó tiempo para tomar aire. Estaba abrumada y quizá avergonzada porque, además, al comenzar le cambió el nombre a la Presidenta: le dijo “Laura Miranda Morillo”.
Su papá y Orozco la consolaron en la tarima principal, mientras otros oradores adultos decían lo suyo. Ni la joven ni Orozco supieron identificar quién en la Presidencia les pidió cambiar el mensaje.
El alcalde, Marco Antonio Jiménez, dijo que se enteró pasado el acto. “Debe de ser cierto”, dijo.
Chinchilla dijo en su discurso que no importaba que Raquel le cambiara los apellidos. “Es más importante no olvidar la historia de Guanacaste”.
Fuente: La Nación.
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