Edison Valverde Araya
Costa Rica, Abya Yala
RED DE COMUNICACIÓN PARA LA NUEVA VIDA
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Desde la zona del terremoto..."hablan los que sufren"
Las compañeras Marcela Zamora y Leda Méndez (del movimiento patriótico) me invitaron para que las acompañara a Sabana Redonda, el miércoles 25 de febrero.
Han pasado 51 días desde el terremoto. En la plaza del lugar nos reunimos con unas 25 personas. Su principal necesidad es la de organización, para poder enfrentar el abandono, la desidia del gobierno y los trámites burocráticos que les piden una y otra vez para poder restaurar o construir sus casas.
La mayoría que asistió a la reunión son mujeres. Los vecinos -desesperados- habían bloqueado la carretera hacía unos días, luego constituyeron un comité provisional. La Asociación de Desarrollo del lugar no les quiere ayudar. Desean constituirse en un comité unido y fuerte, incluso formar un comité de emergencia permanente.
Luego de la reunión, insistían para que les acompañáramos a sus casas, así lo hicimos y de camino nos iban conversando. Transcribo algunas expresiones:
"Nos trajeron una vez arroz y papel higiénico, como si nosotros fuéramos a comer sopa de papel"
"Esta es la hora que la empresa Los Helechos no nos ha pagado el aguinaldo (desde diciembre) y el salario es de vez en cuando que nos pagan"
"Llegaron un domingo con camisas verdes (Liberación Nacional), nos ofrecieron ayuda a cambio de que fuéramos a votar por la papeleta que nos dijeron; lo hicimos y luego no nos dieron nada".
"Lo más duro no fue el terremoto, lo más duro ha sido lo que ha pasado después: el abandono, los papeleos, las mil vueltas que hay que dar, los engaños, las mentiras"
"Aquí no ha venido nadie y los que han venido no han logrado nada".
"Se han hecho por lo menos tres censos casa por casa; luego salen con el cuento de que se perdió la información; entonces no nos dan los papeles que ocupamos para tramitar la construcción o reconstrucción de las viviendas."
Al final de la visita, don Mario Vega Barquero se acercó y nos dijo: "cuando tengamos la casita, los vamos a invitar a comer un pollo bien rico"; y una niñita que nos siguió en la visita, que se puso a hacer café en su destruida casa para ofrecernos, se acercó y entregó a Marcela -sin decir nada- una flor de hortensia". Es que así es ésta gente, humilde, sencilla, pobre de dinero pero grande de corazón y la verdad verdad, no merecen lo que están pasando.
Además de organización y apoyo a los pobladores de Sabana Redonda en sus trámites, para conseguir sus casas; las niñas y niños de la comunidad necesitan zapatos, ropa, uniformes, útiles y juegos. Estamos consiguiendo sus nombres y tallas; por favor escriban y apoyen esta campaña de amor y solidaridad.
Los gobernantes olvidan... NOSOTROS NO DEBEMOS OLVIDAR JAMÁS.
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