jueves, 11 de octubre de 2012

Ministerio de Seguridad denuncia a unos 11 sujetos por disturbios en Asamblea Legislativa

Policía solo logró identificar a una persona quien fue detenida y liberada ayer con medida cautelares    

María Cuesta B. Colaboradora 12:35 p.m. 11/10/2012

San José (Redacción). El Ministerio de Seguridad Pública denunció a unos 11 sujetos por los disturbios ocasionados este martes frente al edificio de la Asamblea Legislativa, tras la marcha contra el veto de la ley de fotocopiado.

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Los sujetos lanzaron piedras luego de la marcha, de este martes, y quebraron parabrisas de vehículos.  + MULTIMEDIA
El viceministro de Seguridad, Celso Gamboa, entregó esta mañana la denuncia, ante el OIJ, por delitos de resistencia a la fuerza pública, lesiones a los agentes y daños a la propiedad privada, así como, al edifico de la Asamblea Legislativa.

Hasta el momento, la policía solo ha identificado a uno de los sujetos quien fue detenido este martes, luego de la marcha, y puesto en libertad ayer por la tarde con medidas cautelares, como firmar diariamente en el primer Circuito Judicial de San José.

Sobre los demás sospechosos, Gamboa explicó que entregó varios videos al Organismo de Investigación Judicial (OIJ). “Tenemos varias capturas de video para que las personas sean identificadas”, indicó.
El Viceministro agregó que ocho agentes de la Fuerza Pública permanecen incapacitados porque sufrieron lesiones en el altercado, donde algunos sujetos lanzaron piedras contra la policía.

Además, Gamboa cifró en ¢1,4 millones los daños causados al “patrimonio de la Fuerza Pública”, lo anterior sin contabilizar los destrozos causados al edificio de la Asamblea Legislativa.

“Serán los tribunales de Justicia lo que determinarán la responsabilidad y verán la ilegalidad o no de esta actuación”, concluyó Gamboa.

Fuente: La Nación.

PLN califica de error su voto a ley de fotocopiado


Proyecto VETADO POR CHINCHILLA


Posición de los verdiblancos entierra intento de resello de bancadas opositoras
Jefe liberacionista resalta que presidenta ‘revisa’ la labor de los diputados



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Discusión entre los diputados Annie Saborío y José María Villalta

         
Esteban A. Mata emata@nacion.com 12:00 a.m. 11/10/2012

El jefe de fracción del PLN, Fabio Molina, dejó claro ayer que su bancada no apoyará el resello para revertir el veto a la despenalización del fotocopiado y afirmó que el voto que tres meses atrás dieron los verdiblancos al plan fue “un error”.

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Discusión entre los diputados Annie Saborío y José María Villalta
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“Errar es de humanos. Acepto que cometimos un error, pero, además, el veto se encuentra dentro de las facultades de la presidenta de la República, Laura Chinchilla, y permite un equilibrio entre los poderes”, expresó el legislador.

Tres semanas atrás, Chinchilla vetó el proyecto de ley que había aprobado la Comisión Plena Segunda del Congreso con el apoyo de los diputados de Liberación Nacional (PLN), al considerar innecesaria una aclaración a las leyes de propiedad intelectual.

El proyecto plantea eliminar las multas de hasta 500 salarios base (cada salario base es de ¢360.000) y las penas de cárcel de hasta 5 años para quienes violen los derechos de autor.
La Casa Presidencial señaló que el proyecto no es necesario, porque las leyes de propiedad intelectual no castigan a los estudiantes.

El Poder Ejecutivo anunció que trabaja en un decreto para aclarar la protección a estudiantes.
Sin embargo, la decisión de la presidenta generó el malestar de grupos estudiantiles y empresarios que se dedican a la actividad del fotocopiado.

Esta molestia se tradujo en la marcha multitudinaria que acabó en un zafarrancho el martes, cuando estudiantes y empresarios exigieron a los diputados que se “reselle” el proyecto de ley.
¿Qué es un resello? El resello es la figura mediante la cual el plenario legislativo puede anular el veto presidencial y dar firmeza a una ley a contrapelo del Poder Ejecutivo.

De momento, diputados de las bancadas de Acción Ciudadana (PAC), Movimiento Libertario, Unidad Social Cristiana (PUSC), Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) y Frente Amplio apoyan que el Congreso reselle el plan.

Sin embargo, para el resello son necesarios 38 votos, un número que la oposición no logra alcanzar sin el apoyo del oficialista PLN.

Ayer Molina dejó claro que ese apoyo no se va a dar.

“Los diputados debemos saber que nuestras acciones son revisadas no solo por la Sala IV, sino por la presidenta de la República”, agregó el alajuelense Molina.

La decisión verdiblanca de aceptar el veto presidencial aun en contra de su posición inicial recibió la crítica de diputados opositores.

“Lo que pasa es que la fracción sigue la línea del Gobierno y, lamentablemente, el Gobierno responde a los intereses de las cámaras, que están en contra de la ley”, se quejó el diputado del Frente Amplio, José María Villalta.

Fuente: La Nación.

10 sospechosos por zafarrancho en marcha pro fotocopiado

Escrito por: Redacción ameliarueda.com,  el jueves, 11 de octubre de 2012.  Clasificado como Lo Ultimo,Portada 

Por: Gustavo Fallas Marín
El Ministerio de Seguridad presentó esta mañana una denuncia formal ante el Organismo de Investigación Judicial, contra los manifestantes que provocaron un zafarrancho en la marcha en pro del fotocopiado que se dio el pasado martes en las afueras de la Asamblea Legislativa.

Según el viceministro de Seguridad, Celso Gamboa, presentaron videos donde podrían identificarse fácilmente a unas 10 personas que estuvieron involucradas.


Los delitos que interpusieron en la denuncia son: resistencia a la autoridad y  daños a la propiedad.
Gamboa agregó que están solicitando que se le de parte a la Procuraduría General de República, para que como abogado del Estado, procure el resarcimiento del daño provocado.


Los daños que registró la Fuerza Pública ascienden a un monto de ¢1,5 millones, indicó Gamboa.
Con respecto al sujeto detenido, el viceministro dijo que se identificó ante la policía como estudiante de la Universidad Nacional y este jueves un Tribunal de Flagrancia decidirá que pasará con él.


Randall Otárola, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional confirmó que ese mucho sí es estudiante de la UNA.


David Hernández, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) manifestó que evidentemente en esa marea de gente es imposible que los infiltrados fuesen los únicos que estuvieran cerca de lo acontecido.


Hernández agregó ese compañero está con el apoyo legal de la UNA y UCR y que todo esto se ha convertido en una cortina de humo para olvidar el tema de la Ley de Fotocopiado.

Fuente: Amelia Rueda.

Los ojos de Gary Gilmore




Gary Gilmore fue un tipo cuyo único logro en la vida había sido cometer el homicidio de dos personas y haber sido ejecutado por el estado de Utah por ello. Su ejecución sirvió para que Norman Mailer escribiera, unos años después, “La canción del verdugo”, que fue publicada en 1979 y que ganó un premio Pulitzer ese mismo año. Billetes van, billetes vienen, posteriormente tuvo dos adaptaciones cinematográficas para televisión, una de ellas protagonizada por Tommy Lee Jones. Sin embargo, en ninguna de esas adaptaciones se narra el hecho de que Gilmore era, a pesar de ser un homicida, un donante de órganos. Sus corneas fueron posteriormente trasplantadas a otras dos personas.

Esto no paso por alto para una banda semioscura de punk inglés The Adverts. Gary Gimore‘s eyes es, de algún modo, la canción que siempre he querido escribir como un cuento. Un tipo se despierta en la camilla de un hospital y se da cuenta de que hay algo mal, que su mirada tiene algo diferente, algo que no le gusta nada pero que de cierto modo le atrae; las enfermeras lo ven con miedo, su comportamiento es errático y enojado. Ahí es cuando recuerda que Gary Gilmore fue ejecutado, y que Gary Gilmore era donante de órganos. Está viendo a través de los ojos de Gary Gilmore, el asesino, ve y entiende el mundo como un psicópata como alguien “malo” y entiende, después de una vida de normalidad y buena ciudadanía, esa maldad. Los ojos reciben mensajes y los envía al cerebro, dice la canción, y concluye que no hay garantía para que el estímulo sea tomado de la misma forma.

Uno a veces siente estar  condenado a repetir alguna acción eternamente. Bioy Casares lo dice magistralmente en su cuento “La trama celeste” cuando habla de los vuelos de prueba que realizaba el aviador Irineo Morris, quien decía que tanto había realizado esos vuelos de prueba que, inevitablemente, llegó a realizar uno sólo. Para mi esta acción eterna y única parece ser el que, cada vez que algún anarquista decide taparse la cara e ir a una manifestación, deba yo escribir algo al respecto.

El pasado nueve de octubre se realizó una marcha estudiantil en contra del veto presidencial al proyecto de ley 17342, conocido popularmente como “ley de fotocopiado”. Hubo antimotines, pasamontañas, pichazos y pedradas. Por supuesto, posteriormente corrieron los videos en los noticieros y los reportajes de periodistas que aparentemente consideran que “Anarquía” es un nombre propio de una organización, que remite a todas las películas de acción malas que se han hecho, y no una posición política que está presente en la historia occidental desde principios del siglo XIX. Eso es de esperarse, billetes van y billetes vienen, hay que hacer un reportaje que venda, ojalá que venda algo vaciado de contenido, o cualquier cosa que parezca información, y solo ofrezca miedo y moralina. Especialmente moralina.

La política y la vida social costarricense han estado cruzadas, desde principios del siglo pasado -pasando por las reformas sociales de la década de 1940 y la instauración de la segunda república, y  hasta nuestros días- por tres ideas básicas: moderación, verticalidad y paternalismo.

El proceso de construcción política y social del “ser costarricense” representa la idea de la moderación política en contra de cualquier tipo de radicalismo. Acá nunca existió el Partido Comunista, ni hubo sindicatos anarquistas, existió Vanguardia Popular, trabajadores honestos amigos del Dr. Calderón y de Monseñor Sanabria, desprovistos de toda carga ideológica radical, un “comunismo a la tica” que no era violento, sino civil, que no tenía protestas sino desfiles del primero de mayo. Claro, a la espera de una central obrera como la Renum Novarum que los sacará de las garras de la violencia y el ateísmo y los llevará por el sendero de la cooperación patronal y la moderación. Todos lo vimos en los libros de texto de la escuela, la foto de los tres “caudillos” Calderón,  Mora y Sanabria sentados sonrientes en el jeep, como amigos que van de paseo, depositando la grandeza de sus ideas en el pueblo que solo esperaba ansioso lo que su visión pudiera ofrecer. No se está cuestionando la importancia histórica y social de las garantías sociales, simplemente se señala la percepción vertical y paternalista de estas medidas y la asimilación del epígrafe “a la tica”. Características que cruzarán transversalmente cualquier tipo de acto político, oficial o no oficial, en Costa Rica a partir de ese periodo.

Es por eso que no sorprende ver sectores del mismo movimiento estudiantil pidiendo que sus compañeros de aula sean entregados, por el mismo movimiento, a las autoridades. Por eso no sorprende tampoco ver un diputado acusando a estudiantes de ser agentes pagados por la Dirección de Inteligencia y Seguridad y luego ver, en el mismo segmento de noticiero, a un supuesto “líder” del movimiento estudiantil decir que se seguirá coordinando con el Ministerio de Seguridad para futuras marchas. No sorprende, solo preocupa.
Ahí es donde entran los ojos Gary Gilmore. Los ojos reciben estímulos, pero no hay garantía de que el cerebro lo interprete de igual manera. Porque los mismos sectores que romantizaron en algún momento la “Primavera Árabe”, el EZLN o las protestas europeas en general cuando ven el mismo encapuchado frente a la Asamblea Legislativa de su país piden a gritos que la policía se los lleve y, ojalá, los encarcele. Niegan que sean estudiantes, seguramente son infiltrados, policías, lo mejor que se puede hacer es coordinar con la policía para que esto no suceda de nuevo.

De pronto solo ven esos ojos, que es lo único que muchas veces se puede ver por la máscara, enojados, o quizás divertidos, alegres, y eso da más miedo, los pone más intranquilos: así no es un costarricense, esta no es una manifestación “a la tica”, el orden debe volver. Me pregunto qué harían si algún día despiertan y sienten que algo no anda bien, la gente los mira asustados y señalan a su oficial de policía más cercano que están ahí, me pregunto qué harían si un día de estos despiertan con los ojos enojados.

Fuente: http://www.revistapaquidermo.com/archives/6848

Diputado acusa a policía de actuar con “protocolo de complicidad” en manifestación


Diputado acusa a policía de actuar con “protocolo de complicidad” en manifestación

San José, 11 oct (elpais.cr) - El diputado Claudio Monge denunció una posible “complicidad” entre el cuerpo policial y un grupo de personas que entró por la fuerza a la Asamblea Legislativa al finalizar, el martes, la marcha por la ley del fotocopiado el martes pasado.

La marcha había sido convocada por estudiantes de la Universidad de Costa Rica con la venia de las autoridades de la casa de estudio.

Sin embargo, al terminar la actividad un grupo de personas ajenas a la manifestación ingresaron por el techo de la entrada principal del Congreso sin autorización y sin reacción alguna de la fuerza pública, según constató Monge.

“Los que hemos participado en manifestaciones multitudinarias desde los años setenta, nos damos cuenta de que lo que sucedió es muy sospechoso”, aseguró el diputado.

El legislador se quejó de que aunque el protocolo de seguridad de la Asamblea incluye la instalación de vallas metálicas, estas no se colocaron.

Además, la fuerza pública se hizo presente en el lugar una hora después de haber sido solicitada la ayuda policial, denunció Monge.

“Ingresaron cincuenta efectivos bien armados y se quedaron dentro esperando como que alguien invadiera para recibirlos o para expulsarlos”, continuó.

“Luego unos quince muchachos lograron escalar sin que nadie les impidiera, se subieron al techo de la entrada de la Asamblea Legislativa, se drogaron, rompieron con cuchillas el toldo y nunca actuó nadie”, relató el diputado y educador.

A Monge le sorprendió de sobremanera que al concluir la negociación con los invasores, estos salieron sin prisa, con sus caras descubiertas frente a la policía.

“Una vez en la calle la Fuerza Pública debía actuar”, exigió Monge, pero nada de eso sucedió.

Esto demuestra, indicó el parlamentario, que “sí había infiltrados y que el protocolo que se aplicó es un protocolo de complicidad para que pasara lo que pasó, y eso era obviamente para distraer la atención, manchar a las universidades públicas y no descarto que era para ensuciar y perjudicar el homenaje que se realizaría posteriormente a José Merino del Río”, sentenció.

Además, Monge dijo tener información de gente, ligada al Partido Liberación Nacional, “que nos dijo que hubo algunas llamadas del señor Rodrigo Arias a algunas curules exactamente antes de que los diputados se retiraran” del homenaje a Merino mientras hacía su intervención el diputado José María Villalta, del Frente Amplio.

“Propaganda por los hechos” y métodos terroristas


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El martes 9 de octubre se realizó en Costa Rica la movilización “fotocopiando para estudiar”. El objetivo de la movilización era oponerse al veto presidencial a un proyecto de ley que garantizaba la posibilidad de fotocopiar textos con fines educativos. El veto presidencial es sin duda parte de la aplicación del Tratado de Libre Comercio y de las leyes de propiedad intelectual contenidas en este tratado.
La movilización agrupó a miles de estudiantes de las 5 universidades públicas del país. Esta marcha multitudinaria fue mal lograda gracias a la “acción espectacular” de grupos anarquistas y ultraizquierdistas. Estos hechos hacen necesario desempolvar una vieja discusión dentro de las organizaciones de izquierda y el movimiento obrero, a saber: ¿cuál debe ser nuestra posición sobre las acciones espectaculares, la propaganda “por los hechos” y los métodos terroristas de pequeños grupos “anarquistas”? y ¿Cuál es el método más efectivo de lucha para derrotar a los planes de la oligarquía y el  imperialismo?
La posición marxista sobre la violencia y el terrorismo. Estamos ante una vieja discusión. La oposición de los marxistas al método del terrorismo individual, de la propaganda “por los hechos”, no surge de ninguna aversión pacifista, moralista o ética hacia la violencia en cualquier situación, ni de ilusiones reformistas sobre la posibilidad de una revolución social pacífica.
El Estado a través de la historia siempre ha tenido como instituciones neurálgicas al ejército, la policía, y las cárceles. De esta forma, la burguesía como la clase social dominante mantiene su status quo y defienden la propiedad privada sobre los medios de producción.
La destrucción del orden social imperante sólo será posible mediante una insurrección armada de las grandes masas populares. Esta perspectiva estratégica del marxismo, hace que constantemente la burguesía acuse a los partidos revolucionarios marxistas de ser “terroristas”. Esto es lógico pues “para ellos (los burgueses), el método principal del terrorismo es la huelga. La amenaza de una huelga, la organización de piquetes de huelga, el boicot económico a un patrón súper explotador, el boicot moral a un traidor de nuestras propias filas: todo esto y mucho más es calificado de terrorismo. Si por el terrorismo se entiende cualquier acto que atemorice o dañe al enemigo, entonces la lucha de clases no es sino terrorismo. Y lo único que resta considerar es si los políticos burgueses tienen derecho a proclamar su indignación moral acerca del terrorismo proletario, cuando todo su aparato estatal, con sus leyes, policía y ejército no es sino un instrumento del terror capitalista” (León Trotsky, Contra el Terrorismo).
El terrorismo puede ser una táctica militar exitosa si forma parte de una actividad de las masas. A veces los trabajadores tienen que tomarse una empresa, e imponer el “terror” a la patronal, para conseguir sus objetivos. El problema central sigue siendo diferenciar el terrorismo individual y la propaganda por “los hechos”, de las diferentes tácticas que pueden surgir en determinado momento.
Para Vladimir I. Lenin “el marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las “inventa”, sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas doctrinarias, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque.” (Sobre la Guerra de Guerrillas).
El terrorismo y la propaganda por “los hechos”: reflejo de las formas primitivas de la lucha de clases. En Europa, cuna del socialismo, podemos observar que en sus orígenes las organizaciones del naciente movimiento obrero estuvieron ligadas a actos de terror individual y/o destrucción desesperada, antes que la acción colectiva de los obreros en contra del gran capital, pudiera demostrar en la práctica la eficacia de la lucha política y económica de masas. El primer instinto o reacción natural de los obreros y pequeños propietarios, que eran lanzados a la ruina creciente por la competencia del gran capital, hacia la miseria y la mendicidad, fue responder con actos desesperados de ira.
En una primera etapa reaccionaron destruyendo la maquinaria o atentando individualmente contra los patronos y capataces. Los artesanos proletarizados y los semiproletarios “no se contentaban condirigir sus ataques contra las relaciones burguesas de producción, y los dirigen contra los mismos instrumentos de producción: destruyen las mercancías extranjeras que les hacen competencia, rompen las máquinas, incendian las fábricas, intentan reconquistar por la fuerza la posición perdida del artesano de la Edad Media.” (Karl Marx, El Manifiesto Comunista). Estas acciones fueron conocidas como “ludismo” durante el siglo XVIII en Inglaterra.
Por lo tanto, el terror individual y la propaganda por “los hechos” representa una etapa arcaica de la lucha por la emancipación del proletariado que refleja fundamentalmente la desesperación del pequeño propietario arruinado y el lumpemproletariat, incapaces ambos de entender la fuerza natural que posee el proletariado.  Esta fue en un cierto sentido una etapa necesaria e inevitable de la lucha de clases.
Posteriormente, en el siglo XIX, el movimiento obrero entendió que mediante las huelgas, y la lucha organizada y colectiva era posible hacer retroceder el poder del gran capital y del Estado burgués, lo que se tradujo en el desarrollo de las grandes asociaciones sindicales y la obtención de importantes victorias políticas y económicas.
¿Cómo y por qué los marxistas se han opuesto al terrorismo y a la propaganda por “los hechos”? Marx y Engels libraron una importante pelea política en contra de la concepción de que la toma del poder por el proletariado era posible mediante un golpe espectacular de una pequeña minoría de conspiradores.
La principal batalla teórica y política la libraron contra Bakunin y los blanquistas que consideraban que para transformar la sociedad, los grupos revolucionarios debían privilegiar las acciones técnicas y militares.
Este fue el centro de la discusión de Engels contra la táctica del blanquismo(1), de quienes decía eran “educados en la escuela de la conspiración y mantenidos en cohesión por la rígida disciplina que estaescuela supone, los blanquistas partían de la idea de que un grupo relativamente pequeño de hombres decididos y bien organizados estaría en condiciones, no sólo de adueñarse en un momento favorable del timón del Estado, sino que, desplegando una acción enérgica e incansable, sería capaz de sostenerse hasta lograr arrastrar a la revolución a las masas del pueblo y congregarlas en torno al puñado de caudillos.” (Federico Engels, Literatura de Emigrados)
Hacia finales del siglo XIX, con la estabilidad política que produjo el desarrollo del capitalismo europeo, surgieron grandes aparatos socialdemócratas (2) y con ellos una poderosa aristocracia obrera conservadora. Así se empezaron a fortalecer las tendencias anarquistas dentro de algunos sectores que reivindicaban la “propaganda por los hechos”. En oposición al conservadurismo de la dirigencia obrera, algunos consideraban que “bomba en mano” y dispuestos a acabar con un ministro o presidente en cualquier momento, era como se iba a producir una “excitación” entre las masas. Estos hechos eran normalmente ejecutados por un individuo o en el mejor de los casos por pequeñísimos organizaciones de terroristas.
En la historia encontramos impresionantes atentados terroristas. En 1881 el grupo terrorista Narodnaia Volia (3) asesinó al zar Alejandro II. En 1894 fue ejecutado un presidente en Francia, en 1898 fue ejecutada la emperatriz de Austria, en 1909 fue asesinado el rey de Italia, y en 1901 fue asesinado el presidente norteamericano McKinley. Ninguno de estos atentados terroristas produjo la revolución social en estos países.
De esta forma se generó una falsa dicotomía entre la acción política legal parlamentaria y la lucha armada e insurreccional, pues tanto la socialdemocracia oportunista como el anarquismo eran igualmente incapaces de combinar ambos métodos de manera revolucionaria y elevaban un procedimiento unilateral a estrategia y a doctrina, reflejando ambos la presión de las concepciones pequeño burguesas dentro del movimiento obrero.
Este era el argumento rector de los socialdemócratas revolucionarios en contra del anarquismo: “Los profetas anarquistas de la “propaganda por los hechos” pueden hablar hasta por los codos sobre lainfluencia estimulante que ejercen los actos terroristas sobre las masas. Las consideraciones teóricas y la experiencia política demuestran lo contrario. Cuanto más “efectivos” sean los actos terroristas, cuanto mayor sea su impacto, cuanto más se concentre la atención de las masas en ellos, más se reduce el interés de las masas en ellos, más se reduce el interés de las masas en organizarse y educarse. Pero el humo de la explosión se disipa, el pánico desaparece, un sucesor ocupa el lugar del ministro asesinado, la vida vuelve a sus viejos cauces, la rueda de la explotación capitalista gira como antes: sólo la represión policial se vuelve más salvaje y abierta” (León Trotsky, Contra el Terrorismo)
Cuando en 1905, estalla la primera revolución Rusa y vuelve a ponerse al orden del día la lucha política de masas, fundamentalmente a través de la huelga general que se transforma en insurrección, los dirigentes oportunistas de la socialdemocracia, siguieron defendiendo la “vieja táctica probada” de crecimiento progresivo del espacio parlamentario, mientras que los llamados de la izquierda socialdemócrata, en el  sentido de la necesidad de las acciones revolucionarias de masas, fueron vetados como desvaríos de socialistas de pequeños países sin tradición parlamentaria.
No fue hasta 1917-1921, luego que los bolcheviques tomaran el poder en Rusia e impusieran el primer gobierno obrero en el mundo, que en medio de la guerra civil rusa se pudo demostrar de manera práctica en un enorme laboratorio de la lucha de clases, la posición teórica del marxismo acerca de la violencia revolucionaria. Trotsky, el comandante del Ejército Rojo, hacía una distinción fundamental entre el terrorismo individual y el terrorismo revolucionario que las masas soviéticas oprimidas tuvieron que emplear contra sus opresores, en respuesta al despliegue de terror contrarrevolucionario desatado por los 14 ejércitos imperialistas que invadieron la naciente República Socialista.
Conclusión. Los marxistas revolucionarios nos oponemos a elevar como estrategia permanente de lucha las acciones espectaculares de reducidos grupos, porque comprendemos que son básicamente impotentes como estrategia para cambiar las estructuras sociales, no sirven para aumentar la movilización social e imponer en la conciencia de las grandes mayorías la necesidad de un gobierno de los trabajadores y los oprimidos.
Estas acciones no pueden eliminar o “asustar” más que a miembros individuales de la clase dominante y no a la propia clase dominante; las “acciones espectaculares” intentan sustituir la movilización revolucionaria de las propias masas con las proezas técnicas y el “valor” de un pequeño grupo que impone sus métodos a la gran mayoría del movimiento que jamás discutió la pertinencia de estas acciones, pero que tiene que pagar, “justos por pecadores”, los resultados indeseados de estas “proezas”.
No importa cuánto quieran los anarquistas ligar sus proezas al movimiento de masas y a la lucha de clases, la necesidad de la más estricta clandestinidad, y los esfuerzos que implica la preparación de las acciones espectaculares obligan inevitablemente a los anarquistas a abandonar y menospreciar todo el trabajo agitativo y organizativo de preparación en el seno de la clase obrera y el movimiento de masas, que requiere toda acción de masas digna de tal nombre.
Como señala atinadamente León Trotsky: “Para nosotros el terror individual es inadmisible precisamente “porque empequeñece el papel de las masas en su propia conciencia, las hace aceptar su impotencia y vuelve sus ojos y esperanzas hacia el gran vengador y libertador que algún día vendrá a cumplir su misión”. Nos oponemos a los atentados terroristas porque la venganza individual no nos satisface. La cuenta que nos debe saldar el sistema capitalista es demasiado elevada como para presentársela a un funcionario llamado ministro.
Aprender a considerar los crímenes contra la humanidad, todas las humillaciones a que se ven sometidos el cuerpo y el espíritu humanos, como excrecencias y expresiones del sistema social imperante, para empeñar todas nuestras energías en una lucha colectiva contra este sistema: ése es el cauce en el que el ardiente deseo de venganza puede encontrar su mayor satisfacción moral”
Notas
(1) Seguidores del revolucionario francés Auguste Blanqui.
(2) No debemos olvidar que en esta época tanto los oportunistas como los revolucionarios en todo el mundo, siguiendo la concepción de “una clase, un partido”, militaban en los mismos partidos, en los Partidos Socialdemócratas afiliados a la II internacional. Dentro de ellos existían alas izquierdas, como los bolcheviques en Rusia o los espartaquistas en Alemania, los cuales se separarían de los oportunistas luego de que estos apoyaron la masacre de la I Guerra imperialista y esta ala izquierda revolucionaria de la socialdemocracia sería la base de los futuros Partidos Comunistas y de la III Internacional, en su época revolucionaria.
(3) Organización terrorista rusa, que reivindicaba al campesinado como sujeto social de la revolución y las acciones terroristas como la táctica privilegiada de lucha.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Policía quiebra el parabrisas del único carro afectado el 9 de octubre

Durante marcha parra resellar la ley fotocopiando para estudiar policia lanza piedra que quiebra parabrisas de carro.




Fuente: Canal de Youtube de Majandrofcc.